Voy a empezar una serie de posts acerca de cómo enseñar las piezas de una manera más creativa. Cada pieza musical está llena de elementos que invitan a ser explorados. Desde las melodías y armonías hasta los ritmos y texturas, cada obra nos ofrece múltiples posibilidades para explorar con ellas. Pero, ¿qué sucede cuando decidimos no solo disfrutar de estas piezas, sino también utilizarlas como punto de partida para nuestra propia creatividad?
Para mí, no hay mejor manera de comprender profundamente una obra musical que crear nueva música a partir de ella. Este enfoque no solo nos permite desentrañar los secretos que hacen especial a una composición, sino que también abre la puerta a infinitas posibilidades artísticas.
¿Cómo podemos transformar los elementos de una obra en algo nuevo?
Para poder cambiar algún elemento de la pieza, primero tenemos que identificar estos elementos clave.
Escucha atentamente y descompón la pieza en sus partes esenciales. ¿Qué llama tu atención? Tal vez sea un motivo melódico, un patrón rítmico, una figuración pianística, un patrón de acompañamiento o una progresión armónica.
Una vez que identifiques un elemento, empieza a modificarlo. Cambia el tempo, haz variaciones de la melodía, reimagina el ritmo o experimenta con diferentes timbres o articulaciones. A veces, un pequeño cambio puede dar lugar a una idea completamente nueva. Puedes improvisar con estos elementos o componer una nueva pieza basada en la original. Este enfoque proporciona grandes beneficios para ti o para tus alumnos.
Al descomponer y reconstruir las piezas, entiendes mejor los principios musicales sobre los que se basan. Si eres capaz de entender los elementos de las piezas y crear nueva música con ellos habrás conseguido un nivel de asimilación de la música mucho más profundo que si solo eres capaz de tocar la pieza como está escrita.
Además, desarrollarás tu voz artística: usar influencias no significa copiar, sino crear algo único que lleva tu sello personal. Este trabajo hará que desarrolles tu lado creativo y a expresar tu propia música.
El águila en la cima de la montaña
Para hacer este trabajo de improvisación/composición a partir de una pieza se puede elegir una obra de cualquier nivel y jugar con sus elementos. Para este primer post he elegido una pieza de nivel elemental del Libro de repertorio 1 de Piano Safari: El águila en la cima de la montaña de Julie Hague y Katherine Fisher.
He grabado un vídeo de youtube para que podáis ver y escuchar algunos ejemplos de cómo tocar esta pieza.
Como puedes ver, primero toco la pieza y después propongo 4 ejemplos sobre cómo variar la pieza. Para hacer este trabajo, primero podemos identificar los elementos importantes de la pieza. Esta pieza está escrita en forma ABA. En la primera sección utiliza un Sol bemol en la mano izquierda y en la mano derecha un la bemol y un si bemol. En la sección B utiliza la escala hexátona, la mano izquierda toca tres teclas negras: Sol bemol, La bemol y Si bemol, y la mano derecha tres teclas blancas: Do, Re y Mi.

Estas notas son las que voy a utilizar para crear mi propia versión de la pieza. En el vídeo podéis ver que siempre utilizo la misma forma ABA de la pieza original, pero no es necesario hacerlo así, podéis crear vuestra propia forma musical: AB, ABAB, ABACA (incluyendo una nueva parte C) o cualquier estructura que se os ocurra. También se puede variar solo A o solo B y mantener una de las partes como en la pieza original.
Variación 1
En esta primera variación he decidido cambiar la melodía de la parte A y también tocar la derecha en diferentes octavas, mientras la mano izquierda la mantengo en su registro original. En la parte B he tocado clústers en diferentes octavas.

Variación 2
En esta variación, en vez de cambiar la mano derecha de octava he cambiado la mano izquierda, que toca en cuatro octavas diferentes. De esta manera exploramos diferentes registros del piano. En la parte B me he inventado un motivo con movimiento contrario.

Variación 3
Podemos usar una pieza ya conocida por nuestros alumnos para trabajar algún elemento que nos vamos a encontrar en siguientes piezas. Por ejemplo, si queremos trabajar un acompañamiento tipo vals en una pieza futura podemos usar esta pieza y hacer un simple ritmo de vals. Como el alumno ya conoce los elementos de la pieza de El águila en la cima de la montaña, no nos será difícil preparar algo parecido a esta variación. Así nuestro alumno sentirá este ritmo más profundamente antes de introducirlo en una pieza nueva.

Variación 4
Otro elemento que se puede variar es el compás. En vez de crear una pieza en el mismo compás de la pieza original, podemos cambiarlo. Observa que esta variación en lugar de estar en un 3/4 está en un 4/4. Puedes hacer este cambio al compás que quieras trabajar con el alumno, a un 6/8, 5/4 o el que se te ocurra.

¿Te atreves a intentarlo?
Esto son solo algunos ejemplos de cómo variar esta pieza. Hay infinitas posibilidades de hacerlo. Te animo a hacer este trabajo con tus alumnos.
Crear música a partir de una música ya existente no solo es una actividad enriquecedora, sino también una forma de conectar con las obras que admiramos y aportar algo nuevo propio. Así que la próxima vez que escuches una pieza que te inspire, no dudes en adentrarte en ella y dejar que guíe tu creatividad. También nos ofrece múltiples posibilidades para trabajar en nuestras clases y de conectar los elementos de diferentes piezas.
Y no solo puedes hacerlo con tus alumnos sino que también puedes practicar estas ideas con piezas más complicadas que estés tocando tú. ¿Qué piezas musicales te han inspirado últimamente? ¿Qué ideas podrían surgir si te animas a explorar sus elementos? Comparte tu experiencia en los comentarios, ¡y sigamos creando juntos!
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