Preparar bien una pieza e interpretarla tal cual la escribió el compositor es una actividad muy importante en la formación de un pianista. Enseñar a los alumnos a leer e interpretar correctamente una obra es un trabajo fundamental, pero no el único que deberíamos trabajar con los alumnos.

Como decía Forrest Kinney: “Alguien con un buen dominio del lenguaje puede hablar libremente, contar historias, leer y escribir. De manera similar, un músico debería poder improvisar libremente, arreglar temas musicales familiares de una manera personal, leer e interpretar partituras, y componer piezas musicales.”  Estas son las Cuatro artes de la música, como las llamaba Kinney. Hacer con los alumnos variaciones de las obras que tocan nos permitirá trabajar todas las artes de manera simultánea.

¿Para qué hacer variaciones?

Poder variar los elementos de una pieza y crear música con ellos no solo es una actividad tremendamente beneficiosa para los alumnos sino que, además, es muy motivadora para ellos.

Explorar los elementos de las piezas de una manera creativa y variada hará que los alumnos asimilen mejor los conceptos que les queramos enseñar. Usando como base una pieza conocida por ellos podemos hacer esta actividad de manera muy sencilla. Si el alumno entiende bien los elementos que aparecen en la obra (el ritmo, el compás, la tonalidad, la armonía y demás ingredientes técnicos y musicales) no le resultará complicado cambiarlos y probar cómo sonaría la misma obra cambiando alguno de estos elementos.

Para el aprendizaje es fundamental comparar lo que es con lo que no es, para comprender un 3/4 el alumno tendrá que apreciar lo que lo diferencia de un 4/4, para entender que una pieza está en modo mayor tendrá que saber en qué se diferencia del menor o del modo lidio. Y nada mejor que realizar variaciones sobre las piezas para aprender estos contrastes, estas diferencias.

¿Cómo hacer variaciones de las piezas?

Podemos realizar variaciones de las piezas de muy diversas maneras, cualquier elemento de la obra es susceptible de ser cambiado. Si los alumnos nunca han hecho esta actividad necesitarán nuestra ayuda, pero una vez que han hecho este proceso varias veces podrán hacerlo ellos de manera independiente.

Cualquier elemento que cambiemos, por muy pequeño que sea, ya será una variación de la pieza original. Podemos cambiar la tonalidad de la pieza, cambiar el modo, cambiar el compás, tocar la pieza en diferentes registros del piano o con diferentes dinámicas, variar el tipo de acompañamiento, tocar con diferentes ritmos, las articulaciones, el tempo, la armonía, el carácter o cualquier otro parámetro.

Al principio podemos ofrecer ideas a los alumnos, sugerirles un comienzo diferente, o proponerles qué elementos puede variar y poco a poco el alumno aprenderá a jugar con las piezas creativamente y de manera independiente.

Se puede utilizar cualquier pieza para llevar a cabo esta actividad, pero las piezas basadas en patrones o escritas para ser enseñadas por imitación son especialmente adecuadas para ello. Tampoco hace falta variar la pieza entera, se pueden hacer variaciones solo de los 4 u 8 primeros compases de una obra.

En el siguiente vídeo muestro un ejemplo de cómo variar los primeros 4 compases del Preludio 1 en do mayor de Bach, en mi curso Piano Patterns in Harmony podéis ver muchos más ejemplos como este.

12 Variaciones del Divertudio 12

Si nunca habéis probado a hacer esta actividad con los alumnos os propongo una pieza para realizar variaciones.

La pieza que he elegido es mi Divertudio 12. En el PDF podéis ver 12 variaciones que escribí para mis clases y así podéis coger ideas para hacerlo con vuestros alumnos (podéis descargarlo de manera gratuita aquí).

Estas son las posiciones de las manos a lo largo de la pieza, como podéis ver los dedos pulgares de las dos manos siempre están a una distancia de segunda:

Posiciones de las manos para el Divertudio 12
Distintas posiciones de las manos para realizar las variaciones

En ellas he usado siempre la misma progresión armónica (i – bVII – i – v – i) pero no hace falta hacerlo, se puede probar la idea principal del divertudio y aplicarla a cualquier otra progresión.

En dos de las variaciones he mantenido el cruce de la mano izquierda por encima de la derecha de la pieza original y en el resto no lo he hecho.

He utilizado diferentes compases, 4/4, 3/4, 6/8 y 12/8, pero se puede hacer en compases menos comunes, como 5/8 o 7/8. En algunas la melodía está escrita para la mano derecha y en otras en la izquierda, hay una en movimiento contrario y otras para trabajar quintas, acordes quebrados o acordes. No hay muchas indicaciones en las partituras, y las que hay las podéis cambiar a vuestro gusto.

Diferentes actividades con el Divertudio 12

Una posibilidad para trabajar las variaciones es tocarlas como están escritas. Una vez que el alumno aprende el Divertudio 12 y entiende cómo está construido, podrá preparar cada una de las variaciones con mucha rapidez. Y podrá aprenderlas tanto por imitación como mediante la lectura.

Pero, si habéis leído hasta aquí, os habréis dado cuenta ya de que las variaciones que propongo solo son un ejemplo, son un punto de partida, no de llegada. Probad a hacer con vuestros alumnos todas las variaciones que se os ocurran.

Para ello, podemos empezar proponiendo un motivo y que el alumno lo repita y continúe la pieza.

O podemos proponer un motivo rítmico y que el alumno se invente algo con ese ritmo y lo aplique a la progresión.

Cuando veáis que el alumno esté preparado puede inventar un patrón y aplicarlo a toda la progresión. También puede escribir el patrón, esto le ayudará a trabajar la lecto-escritura. Escribir una pieza entera es un trabajo muy complicado para un alumno de estos niveles, pero escribir solo el patrón que da forma a la pieza no le llevará mucho rato. Con solo inventar un patrón y repetirlo desde cada una de las posiciones propuestas el alumno ya puede componer su propia pieza, a la que le puede poner nombre también.

Esta manera de trabajar se puede utilizar en clases de grupo también. Por ejemplo, podéis pedir a los alumnos que cada uno invente y escriba su propio patrón y hacer distintas actividades con esta idea: un alumno puede tocar su pieza mientras los otros escriben el patrón (o adivinen su compás, modo, articulaciones o cualquier elemento que haya cambiado el alumno). También pueden tocar cada uno el patrón de un compañero o que un alumno toque uno de los patrones y los demás tengan que adivinar cúal es, y cualquier otra actividad que se os ocurra.

Os animo a probar a hacer variaciones o a improvisar a través de los elementos de las obras de repertorio con vuestros alumnos. Si encontráis útil esta manera de trabajar quizá os interesen los siguientes recursos:

  • mi curso online de improvisación Piano Patterns in Harmony, donde propongo, de manera secuencial, infinidad de ideas para crear música basándonos en patrones de diferentes compositores.
  • las Variaciones de Cumpleaños feliz (Birthday Variations) de Forrest Kinney, donde el autor propone 88 maneras diferentes de tocar esta famosa canción en muchos estilos diferentes.
  • los libros Puzzle Play de Forrest Kinney, no son variaciones pero son libros de cómo aprender a hacer arreglos para piano de formas diversas y está íntimamente relacionado con crear variaciones.
  • los libros de BlitzBooks Rote Repertoire de Samantha Coates, donde propone 4 niveles de tocar la misma pieza, cada una de ellas con una dificultad añadida y siendo el último nivel en el que el alumno crea sus propias variaciones.

Y tú, ¿haces variaciones de las piezas con los alumnos? ¿lo haces con las obras que tocas también? ¿qué recursos utilizas para hacerlo?

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