Entrevistas megustaelpiano: Katherine Raymond

por | Nov 27, 2020 | Entrevistas, Pedagogía | 6 Comentarios

Entrevista Katherine RaymondCuando se me ocurrió hace un año la idea de realizar entrevistas en el blog no fui consciente en un primer momento de todo lo que me iban a aportar. La idea era dar voz en mi blog a pedagogos y profesores a los que admiro para que compartieran su visión sobre la educación musical. Ahora, un año y cuatro entrevistas después, me doy cuenta de todo lo que he aprendido con cada una de ellas.

Hoy tengo el placer de entrevistar a la pianista y pedagoga americana Katherine Raymond, a la que conocí gracias a su blog Todos sabemos música. Un blog en donde su autora escribe sobre «cómo educar en, con, y para la música a personas de todas la edades y condiciones. Sobre cómo ayudarles a conectar con el ser musical que todos poseen, a dar y a recibir musicalmente al máximo de sus posibilidades, a sacar provecho a nivel personal de todo lo que la música les ofrece». En él se explican las ideas de Edwin Gordon y su Music Learning Theory con gran claridad y en donde se refleja en todo momento la confianza que tiene Katherine Raymond en el potencial de cada niño, y es que, como dice el nombre de su blog, todos sabemos música.

¿En qué momento te diste cuenta de que la educación tradicional del piano (y de la música) no funcionaba?

Fue algo gradual, una frustración creciente a lo largo de los años. La escuela de música donde enseñaba, como casi todas en esa época (por los años 90), seguía los planes del conservatorio. No me gustaba tener que enseñar el mismo programa a todos por igual (un programa por cierto poco inspirador para los alumnos) pero aparte de eso al principio no cuestionaba la manera de enseñar, que era lo que había conocido desde pequeña.

La primera revolución en mi pensamiento sobre este aspecto vino de la mano de Leonid Sintsev, con quien tuve la suerte de estudiar no solo interpretación y técnica sino la pedagogía del piano, siendo yo ya profesora. Abrió todo un mundo para mí en cuanto a cómo enseñar a tocar el piano. Sin embargo, aún reformando mi manera de enseñar y a pesar de los cambios con la LOGSE, seguía viendo que a los alumnos les faltaba comprensión musical. Lo que aprendían en solfeo no les servía ni para leer mejor ni para sentir el ritmo ni para entender la música. Las clases de piano se centraban en la lectura, y el papel del profesor venía a ser corregir errores. Pocos llegaban a tocar con verdadera musicalidad. Muchos se aburrían y lo dejaban. Me causaba insatisfacción y desaliento y no acababa de entender cuál era el problema. Leí mucho y asistí a muchos cursos, pero sólo cuando conocí las ideas de Edwin Gordon supe al final dónde estaba el fallo.

¿Cuándo y cómo conociste las ideas de E. Gordon y de la Music Learning Theory?

Las conocí a finales de los años 90, cuando al tener internet por primera vez me dediqué a buscar todas las páginas dedicadas a la educación musical y encontré la web del Gordon Institute of Music Learning (GIML). Confieso que al principio su teoría me parecía complicada: muchas palabras nuevas (audiation, keyalities, macrobeats, microbeats, etc.) y aunque sus ideas tocaron una fibra y removieron cosas en mi mente, las aparqué en ese momento, que además era una época de mucho trabajo. Sin embargo, esas ideas siguieron ahí como un rescoldo y no recuerdo bien en qué momento, tres o cuatro años más tarde, algo hizo clic y me sumergí del todo en la Music Learning Theory leyendo todo lo que pude de Gordon y otros.

¿Qué aporta la MLT a la enseñanza de la música?

Primero de todo aporta un conocimiento de qué, cuándo y cómo enseñar basado en más de tres décadas de rigurosas investigaciones con niños de todas las edades, incluidos los bebés, sobre cómo aprendemos música de forma natural. También aclara muchos conceptos en cuanto al ritmo y el aspecto tonal, apartándose de ideas basadas en la notación en lugar de en lo que realmente se escucha en la música. Devuelve al profesor la sensación de estar por fin enseñando música y no a apretar teclas – en el caso del piano – en el momento correcto y de la manera correcta siguiendo una partitura (esta sensación nunca se perdió entre los del mundo del jazz y música tradicional, pero sí entre los de la música clásica).

La MLT facilita una formación musical completa que incluye no solo la lectura con verdadera comprensión (ser capaz, sin tocar, de oír mentalmente y comprender una partitura) y de ahí una mayor capacidad de memorizar y de interpretar, sino la capacidad de expresarse creativamente de acuerdo a la sintaxis musical (entendiendo sus funciones tonales y rítmicas), además de formar el oído. También permite un mejor desarrollo de la técnica instrumental al poder tocar sin partitura y concentrarse en el sonido, sin limitarse a las notas que el alumno es capaz de leer en un momento dado. Esto también le da al alumno la oportunidad de aprender una gran cantidad de piezas musicalmente interesantes que le animan a tocar más.

Para alguien que no esté familiarizado con las ideas de Gordon, ¿qué libros de música y piano recomendarías para comenzar?

Actualmente la mayoría de los libros están en inglés (de momento intento suplir esta falta de información en castellano con mi blog). Para alguien que domina el idioma, el libro The Ways Children Learn Music de Eric Bluestine resume las ideas de Gordon con un estilo más ameno y entendible que el de Gordon, desde el punto de vista de un profesor de música de educación primaria. Para ver cómo se aplica la MLT en la enseñanza del piano, recomiendo los libros del profesor de Keyboard Games y Music Moves for Piano de Marilyn Lowe. Contienen una breve explicación de los principales conceptos de la MLT además de detalladas instrucciones para cada clase, junto con canciones en todos los modos y recitados rítmicos (Keyboard Games) en todas las métricas.

En castellano, de momento lo que hay en cuanto a libros son los que publica el IGEME que tratan de la educación musical temprana y en niños de 3 a 6 años: Jugando con la música (Bebés) y Jugando con la música (niñas y niños) de Marisa Pérez, Eli Pujol, Alba Pujol y otras. Contienen breves explicaciones de lo que es la MLT y gran número de canciones, ritmos e ideas de actividades para estas edades. Es buena idea leerlos porque las clases de piano de MLT también incorporan este tipo de actividades y es importante conocer las etapas de desarrollo musical, que no necesariamente corresponden con una edad en concreto. No hay que olvidar las páginas web de Andy Mullen (The Improving Musician) y de Music Moves for Piano, que contienen multitud de recursos y vídeos.

En cuanto a libros de piezas, aparte de los mencionados de Marilyn Lowe, para enseñar sin partitura utilizo tus Divertudios, los libros Little Gems de Paula Dreyer (ella y Marilyn Lowe han sacado uno nuevo compatible con el método Music Moves for Piano), Piano Safari de Katherine Fisher y Julie Knerr, además de piezas de Dennis Alexander y William Gillock. Cuando los alumnos ya empiezan a leer uso Barbara Arens, Robert Vandall, Paul Harris, Gillock y otros además de los tres libros de The Well Tempered Reader de Marilyn Lowe, que son sencillas y cortas piezas clásicas en todas y cada una de las tonalidades.

Muchos profesores de piano, entre los que me incluyo, tenemos una gran carencia en la formación del oído musical, ¿Qué importancia tiene el desarrollo del oído? ¿El oído es innato o se puede trabajar?

Lo primero es definir qué es el oído musical. Prefiero diferenciar entre este y el oído absoluto, que es la capacidad de identificar una nota al oírla o, a otro nivel, la de reproducir con la voz una nota escrita sin la ayuda de un instrumento. Hay discrepancias sobre si el oído absoluto es innato o si se puede desarrollar, pero se tiende a pensar que si no es innato se desarrolla a muy temprana edad. Unos afirman que se puede trabajar, pero este no suele ser oído absoluto en sentido puro sino asociado a la memoria de la voz propia o el instrumento propio. De todas formas, la mayoría de las personas, incluidos los músicos, no lo tienen ni lo necesitan para ser músicos. Sin duda es útil (todos quisiéramos poder escuchar una pieza y tocarla directamente) pero también a veces puede ser un estorbo. En cualquier caso no contribuye de ninguna manera a la comprensión musical, que se basa en las relaciones entre las notas.

En cambio, el desarrollo del oído musical es de suma importancia. Es la capacidad de diferenciar las alturas relativas de las notas y comprender sus relaciones dentro de un contexto tonal. Sin esta capacidad no podemos comprender realmente la música. La buena noticia es que este tipo de oído sí que se puede desarrollar y todos nacemos con la capacidad de hacerlo en mayor o menor medida. De hecho, el buen desarrollo del oído musical conlleva una mayor capacidad de afinación que el absoluto, ya que la afinación de las notas en instrumentos de cuerda y de viento (y la voz) varía ligeramente según el contexto tonal. Si un músico no está atento a estas diferencias, no tocará del todo afinado por mucho oído absoluto que tenga.

Como lingüista que eres, ¿Qué similitudes tiene el lenguaje con el lenguaje musical?

La neurociencia ahora considera la música como precursora del lenguaje en el ser humano, y en las primeras etapas de aprendizaje del lenguaje los parámetros que maneja el cerebro infantil son musicales: el ritmo, la altura y la intensidad de los sonidos. De hecho, los niños que tienen dificultades con la percepción alguno de estos parámetros (entre ellos los niños con dislexia) luego muestran dificultades con el lenguaje tanto hablado como escrito. No es de extrañar que ahora se hable mucho de cómo la música puede mejorar el rendimiento en el lenguaje, porque los dos están íntimamente conectados en el cerebro a pesar de contar también con áreas diferenciadas.

Las investigaciones de Gordon han demostrado que tanto el lenguaje como la música se aprenden de la misma manera a través de la inmersión y la interacción individual cercana a nivel auditivo y oral (no vale la música grabada: un niño no aprende a hablar escuchando voces en la radio, y la música vocal es mejor que la instrumental a este nivel). Es difícil establecer correspondencias exactas entre los elementos lingüísticos y musicales (fonemas, morfemas, palabras vs. notas, patrones tonales, rítmicos y melódicos, por ejemplo) porque en la música interviene la combinación de ritmo, melodía y armonía que en el lenguaje no se da, y en el lenguaje los significados son concretos y en la música, no. Pero el proceso de aprendizaje sigue la misma secuencia: absorción – respuesta aleatoria – respuesta intencionada – imitación – percatarse de los propios “errores” – captar la lógica de la sintaxis – utilizar creativamente esa lógica para comunicarse – reconocer y comprender vocabulario en símbolos escritos – utilizar creativamente el lenguaje escrito para comunicarse – comprender el porqué de las normas (la teoría musical o la gramática). Lo más importante de todo esto es que la música es tan parte innata del cerebro como el lenguaje y se le debe dar la importancia que tiene en el desarrollo de la persona. Se puede apreciar, también, que en la enseñanza musical tradicional, al menos de la música clásica, se suele empezar la casa por el tejado, con los resultados que todos conocemos.

¿Es necesaria la improvisación en la clase de instrumento?

Siguiendo con la comparación del lenguaje y la música, los dos son sistemas de comunicación. Aprendemos a hablar, en principio, para poder comunicar nuestros pensamientos: recitar las poesías de otros viene después. Hablar es improvisar con el lenguaje, y cuanto más ampliamos y utilizamos nuestro vocabulario más nos desarrollamos intelectualmente: un niño, cuanto más vocabulario verbal use, mejor podrá expresar sus ideas y comprender las de otros (y mejor podrá leer). Esto se hace exclusivamente mediante el uso creativo del lenguaje, o sea, hablando. Así mismo, lo más lógico, en principio, sería aprender música para comunicar nuestros pensamientos musicales (que suelen representar emociones). De la misma manera que aprendemos a hablar deberíamos aprender a comunicarnos creativamente con la música.

Sin improvisación no se llega al verdadero aprendizaje musical. Improvisar es “hablar música”. Es el paso clave en el aprendizaje: saber utilizar creativamente lo que has aprendido, igual que en el colegio teníamos que crear frases con el vocabulario nuevo para demostrar que entendíamos su significado. Es importante saber transmitir los pensamientos musicales de otros, pero solo podemos llegar a comprender a fondo la música usándola de manera creativa. Y cuanto más se improvisa utilizando un amplio vocabulario musical, mejor será luego la lectura musical y la comprensión de las composiciones ajenas.

¿Qué beneficios tiene el uso del do móvil frente al do fijo?

El Do fijo es el sistema de nomenclatura de las notas en los países de influencia latina (que son muchos alrededor del mundo). Corresponde con el sistema de letras de los países de influencia alemana y anglosajón. Cada país tiene su cultura y su idioma: en España los nombres de las notas son Do, Re, Mi… mientras que en Estados Unidos y otros países son A, B, C… El Do móvil, en cambio, es un sistema de tónica móvil, herramienta para el trabajo del oído musical (la audiación, o la comprensión auditiva de la sintaxis musical). Muchos métodos de países que usan las letras como nombres de notas, entre ellos la MLT, utilizan las sílabas tonales del Do móvil para este fin.

El debate, por lo tanto, no es sobre Do fijo vs. Do móvil, que son cosas distintas, sino de si queremos desarrollar el oído absoluto o el oído relativo. Los dos se pueden trabajar por separado sin problema, pero como ya he dicho, el oído absoluto no contribuye a la comprensión musical y ni siquiera es seguro poder desarrollarlo a partir de cierta edad. El oído relativo, en cambio, es necesario para la comprensión musical y todos tenemos la capacidad innata de desarrollarlo en mayor o menor medida. No veo ningún mal en entrenar también el oído absoluto, pero yo prefiero dedicar ese tiempo y esfuerzo a otras cosas musicalmente más útiles. El desarrollo de la audiación facilita la improvisación, la comprensión musical, la memorización, la lectura y la interpretación. Por lo tanto la cuestión, para mí, es ¿cuál es la mejor herramienta para desarrollar el oído musical de mis alumnos? En mi opinión es un sistema de tónica movible que se preste fácilmente a cantar. Pero ¿cuál? Aquí es donde entran los que usan el Do movible, los que usan los números y la alternativa a estos dos, que son las sílabas tonales alternativas.

En primer lugar descarto los números (excepto cómo símbolos escritos de las funciones tonales). No se adaptan bien a los niños pequeños al ser demasiados abstractos y tener múltiples otros usos, ni se prestan bien para cantar (que es fundamental). Muchos profesores deciden usar el Do móvil, pero esto lleva a dos escenarios: uno, donde se enseña al alumno nombres de notas diferentes a los de su idioma nativo, con el conflicto que esto crea con el resto de su entorno (colegio, casa, cambio de profesor de música, etc.) y requiere un esfuerzo de adaptación en los que ya han empezado a aprender de la manera tradicional; y otro, donde se crea una gran confusión entre los nombres de notas absolutas y las sílabas tonales usadas para los grados de la escala. A mí no me convence ninguno de los dos escenarios, y por lo tanto uso una serie de sílabas tonales alternativas que funcionan exactamente igual que las del Do móvil sin sus inconvenientes. Las explico en mi blog Todos sabemos música (https://oidomusical.com). A los alumnos no les supone ningún esfuerzo extra ya que es un concepto nuevo para ellos que integran con naturalidad a su vocabulario. Tampoco les crea ningún conflicto con su entorno porque no les cambia nada – sencillamente es algo que usamos en clase y les sirve como herramienta.

Un mal entendido que suele haber sobre el Do móvil (u otras sílabas tonales) es creer que los que las usamos no enseñamos los nombres de las notas. Por supuesto que se enseñan las notas, pero sólo para usarlas fuera de un contexto tonal. Si se usan la sílabas tonales alternativas se pueden usar los nombres autóctonos de las notas (Do, Re, Mi…) con total naturalidad para enseñar digitaciones, identificar teclas al piano o notas individuales en el pentagrama, etc. Si las notas están dentro de un contexto tonal las cantamos con sus sílabas tonales correspondientes. Como mencioné antes, el problema con el Do móvil es que hay que cambiar los nombres de las notas, con los inconvenientes que esto conlleva.

Otro mal entendido es pensar que las sílabas tonales se usan para enseñar lectura, como se hace con el solfeo tradicional. No es así. No se usan las sílabas tonales para solfear en el sentido tradicional sino para desarrollar el oído musical primero, de manera auditiva, sin lectura, buscando la comprensión auditiva de las funciones tonales. Luego el alumno usa este conocimiento, junto con los nombres de notas cuando hacen falta, para leer con comprensión, audiando (escuchando mentalmente y comprendiendo) los patrones tonales en la notación.


Agradezco profundamente a Katherine Raymond haber participado en esta entrevista y haber compartido conmigo y con los lectores del blog su gran conocimiento sobre la enseñanza de la música y el piano. 

Enlaces de interés:

El blog de Katherine Raymond Todos sabemos música: https://oidomusical.com/

The Gordon Institute for Music Learning: https://giml.org/

IGEME (Instituto Gordon de Educación Musical España: https://igeme.es/

Music Moves for Piano: https://www.musicmovesforpiano.com/

The Improving Musician: https://theimprovingmusician.com/

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6 Comentarios

    • Me Gusta el Piano

      Muchísimas gracias World Kids!

      Responder
  1. María

    Hola! Yo resido en Murcia. Aquí no hay muchos centros o instituciones donde me pueda formar sobre estas temáticas. Siempre estoy intentando aprender cosas nuevas sobre métodos y enfoques que se salgan de lo tradicional para ir incorporando a mis clases. Tu blog me viene estupendo para documentarme.

    Yo empecé estudiando piano de pequeñita, con métodos muy tradicionales. Y una vez que crecí y tomé clases con otro profesor más abierto de mente, pues me llevé una sorpresa. Entonces pensé: ¡Qué importante es dar con un buen método en el momento adecuado! Y ya después cuando empecé a impartir algunas clases a niños/as e incluso adultos, me maravillaba la idea de comprender de qué manera se interiorizan más los conceptos y también comprender cómo vamos configurando una manera de entender la música que después es difícil de modificar. De ahí que la responsabilidad de enseñar bien, es evidente.

    Espero seguir mejorando!

    Un abrazo.

    Responder
    • Me Gusta el Piano

      Hola María, muchas gracias por tu comentario. Mi experiencia fue como la tuya, estudié de una manera muy tradicional y no fue hasta muchos años después cuando empecé a cuestionarme si esta era la mejor manera de ensañar. Así que desde entonces sigo estudiando, leyendo, documentándome y experimentando para mejorar como profesor. Un saludo

      Responder
  2. Jacqueline

    Excelente entrevista , muy inspiradora y concreta .
    Mis felicitaciones por tantas ideas y espacios para nosotros los profesores de piano .
    Un abrazo

    Responder
    • Me Gusta el Piano

      Muchas gracias, Jacqueline. Es una suerte para mí poder hacer estas entrevistas y conocer a personas como Katherine, que sabe tanto y con tanta ilusión por compartir sus experiencias con otros profesores. Su blog es interesantísimo. Un abrazo

      Responder

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