La manera de tocar de las diversas escuelas sobre técnica pianística difieren en algunos aspectos como la posición de las manos, de los dedos, el uso del brazo y un largo etcétera. Pero uno de los pocos aspectos en los que parecen coincidir todos los pedagogos y pianistas es en el uso firme de la punta de los dedos, que la punta del dedo (tercera falange o falangeta) no se doble hacia fuera. Una punta del dedo fuerte y firme dará un mayor control al pianista a la hora de bajar la tecla y de esta manera también controlará mejor el sonido resultante. También ayudará a tocar sin tensiones pues favorecerá una posición de la mano y de los dedos más natural. Lo difícil será mantener una punta del dedo firme pero una mano y un brazo relajados.
Para trabajar esta firmeza en los dedos propondré varios ejercicios muy sencillos, útiles y que a los pequeños alumnos les encanta hacer, primero explicaré los ejercicios y para que queden más claros me he grabado a mí mismo haciéndolos (prometo grabar uno practicándolos con mis alumnos).
7 Ideas para fortalecer los dedos
Primero mostraré dos imágenes de una posición con la falange bien colocada y otra con el dedo en mala posición, de esta manera los padres de niños pequeños podéis ayudar desde casa si veis a vuestros hijos practicar con un dedo débil y que se dobla al pulsar la tecla.
Posición correcta Posición incorrecta
Formando la O con los dedos
Empezamos formando una O con los dedos 1 y 2 (pulgar e índice), de manera que quede la forma más redonda posible y presionando los dedos para ejercitar esa posición. Primero se hará con manos separadas y cuando el niño se sienta cómodo se puede realizar con las dos manos a la vez y formar unas gafas. Luego se hará lo mismo con los dedos 1 y 3, 1 y 4 y, por último, con los dedos 1 y 5 pero estos resultan mucho más complicados, así que sólo lo haremos en caso de que el niño se sienta confortable.
Formando la O con los dedos y movimiento de la muñeca
Una vez dominado el ejercicio anterior y con el fin de que el alumno sea capaz de sentir la fuerza de los dedos pero a la vez la relajación de la mano, se realizará el juego anterior pero con un movimiento vertical de la muñeca (posteriormente se podría hacer con movimientos horizontales y rotatorios de la muñeca).
Colgando del acantilado
Otra actividad que les divierte y les fortalece mucho el dedo es simular que estás agarrado con los dedos del borde de un precipicio y sólo se sostienen por la fuerza de los dedos. Notarán que si no ponen bien los dedos no conseguirán mantener el peso y se irán al fondo del precipicio. Se puede practicar en el borde del piano o en una mesa, con una o con las dos manos.
Caminando con los dedos
Sobre la tapa del piano y con los dedos 2 y 3 (posteriormente se puede hacer con 3 y 4 e incluso con 4 y 5), el alumno simulará con sus dedos el andar de una persona. Más adelante se puede realizar sobre las teclas del piano y les encanta, también se puede jugar con diferentes tipos de andares: despacio, rápido, con pisadas fuertes, pisadas suaves, con saltitos.
Golpeando con dedos firmes
Empezando con la palma de la mano extendida sobre la tapa del piano se procede a la colocación de la mano en su posición pianística arrastrando los dedos, una vez alcanzada la posición correcta de la mano se procede a dar golpes con los dedos en la tapa únicamente mediante el movimiento vertical de la muñeca. Se pueden dar más suaves o fuertes, desde menos altura o desde más lejos de la tapa.
Hundir el dedo hasta el fondo sobre una superficie blanda
Para notar la estabilidad de las articulaciones del dedo varios profesores a los que sigo por sus blogs o canales de youtube proponen hundir el dedo en alguna superficie blanda para que el niño perciba la resistencia del material y la firmeza de sus articulaciones. Por ejemplo, Irina Mints lo hace sobre muñecos de peluche, Irina Gorin y Julie Knerr sobre “Blandiblup” o alguna plastilina blanda similar, mi profesor me lo hacía practicar sobre mi antebrazo para que notara sobre él la fuerza del dedo y la resistencia a la vez.
Apoyándose en la pared
Este ejercicio se realiza con el niño de pie frente a una pared y apoyándose en ésta con los brazos estirados a la altura de sus hombros y con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante. De esta forma los dedos y la mano aguantan el peso del cuerpo y las articulaciones firmes ayudarán a soportar el peso y a que el niño asimile la correcta posición.
Para finalizar os dejo el vídeo con ejemplos de todos los ejercicios planteados en el post.
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